domingo, 21 de octubre de 2007

Pies en la sala de espera


Historia de unos pies... casi descalzos.
La tarde transcurría sin grandes sorpresas. Una sala de espera, empezaba a vaciarse de personas anónimas, movidas todas por el deseo de recuperar su coche, después de una revisión mecánica.
El murmullo generado por conversaciones ausentes, no hacia mas que disminuir al tiempo que llamaban por megafonía a una persona y esta, con la sonrisa en los labios se despedía de su interlocutor…
.-Bueno, ya me toca. A ver si me lo han dejado bien?
Y dirigía sus pasos hacia el taller para retirar, previo paso por la caja, su vehiculo. Así pasaron casi dos horas, donde un libro entretenía a una joven al tiempo que su teléfono no dejaba de sonar, interrumpiendo el capitulo de rigor. Sus pies, habían adoptado todas las formas posibles en una sala de espera.