viernes, 19 de octubre de 2007

Monstruo marino


Pasaban pocos minutos de las doce del mediodía cuando un vigilante de la playa alerto a los bañistas del peligro que les acechaba. La gente tiene una tendencia maliciosa a perder la calma en situaciones extremas.
El animal parecía prehistórico por la agudeza de sus aletas. Seguía desafiante a pocos metros de la que hasta hacia unos minutos estaba considerada una de las mejores playas de la costa del pacifico. Sus arenas blancas y la temperatura del agua hacían de la bahía de Santa Rosa uno de los principales lugares de veraneo.
Nadie sabe a que tipo de escualo pertenecen las aletas que se vieron casi por veinte minutos. Tal como vino… desapareció. El misterio que envuelve la visión de ese día es inolvidable para algunos. El miedo a lo desconocido atenaza a los lugareños. La gente le teme. Los turistas han desaparecido. Solo queda este testimonio grafico de un bañista que lo inmortalizo.